Desmitificando las fronteras. BTT sin límites

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Hay espacios que se encuentran en tierra de nadie. Espacios que separan físicamente territorios, personas, culturas... Franjas estrechas que se expanden por el territorio hasta que confluyen en un nueva franja que a la vez limita con otras y así hasta que se vuelve a cerrar el círculo. Vivimos en un mundo finito separado por franjas virtuales que incluso se prolongan mar adentro. Hablamos de las fronteras. 

 

Antes del sentido de la propiedad, el hombre, por naturaleza nómada, se desplazaba libremente por el territorio. Las fronteras naturales que encontraban eran los ríos, las grandes cordilleras o el mar, pero hábiles como somos encontró la manera de flanquearlos y, desde el continente africano, se esparció por todos los rincones del planeta. Se asentaba en un lugar e involuntariamente lo tomaba en propiedad como hacen los animales que marcan territorio por una cuestión de supervivencia. Hasta aquí se puede decir que no hemos evolucionado mucho y el instinto nos hace cerrar las fronteras o construir muros para retener a los no deseados.

Si has llegado hasta aquí probablemente tengas en tu ADN la esencia de aquellos primeros viajeros que exploraban el mundo, no sólo por un instinto de supervivencia, sino también por el afán de aventura y descubrimiento. A pesar de que prácticamente ya no quedan lugares para explorar y todo el territorio ha sido ocupado y delimitado, si que podemos aún movernos libremente con nuestras monturas entre estos espacios de nadie -no lugares- y traspasarlos como si fuésemos niños malos.

Descubrirás en la treintena de propuestas transfronterizas que te ofrecemos en territorio catalán, que las fronteras no son sólo espacios físicos baldíos sino que detrás hay multitud de historias diferentes. Historias de fuga, de reencuentro, de contrabando, de amor... También descubrirás que no hay fronteras y que el único límite físico nos lo impone el espacio exterior, pero esto tampoco será siempre así.

La mayoría de las rutas propuestas transgreden las fronteras de los Pirineos, las barreras naturales entre la Cataluña Norte y la Cataluña Sur. Sin embargo, aunque este línea esté claramente definida sobre el mapa separando territorios a nivel administrativo, viajando en bicicleta te das cuenta que simplemente cambias de valle y que las afinidades entre vecinos fronterizos son demasiadas como para establecer diferencias importantes.

Con las rutas transfronterizas de rutabike podrás pedalear por los caminos que recorrían los contrabandistas entre Andorra y Cataluña intentando evitar la Guardia Civil, te acercarás a la historia del final de la Guerra Civil rodando por los Caminos de la Retirada, los mismos caminos que usaron el president Companys, el presidente de la República Manuel Azaña, el Lehendakari vasco José Antonio Agirre Lekube y todos aquellos que pudieron del bando republicano; pasos de montaña que recuerdan la historia de unos hombres vencidos por la fuerza de las armas que tuvieron que desplazarse de su lugar de origen para sobrevivir a la barbarie.

No resistirás la tentación de rehacer el "Chemin de la Libertéque", camino que Walter Benjamin recorrió huyendo del nazismo buscando la salvación, lo que desgraciadamente no llegó. Podrás viajar por la Cerdanya sin ni notar que traspasas líneas imaginarias, incluso visitar pueblos como Llívia, una isla catalana dentro del estado francés.

Probablemente si viajas en bici con la mente abierta te interesará hacer la travesía de Perpinyà a Figueres, un proyecto artístico de Jordi Lafon llamado "Marges i Fronteres” donde caminantes de cada ciudad se encontraron en el Puig Neulós, un punto de encuentro fronterizo entre vecinos de ambos lados que convertían esta línea divisoria en un espacio más amplio, capaz de generar oportunidades entre las personas y el territorio.

Puedes pasearte por los límites fronterizos sólo subiendo al Puigmal desde un lado u otro de la frontera, navegar a los pies del Comabona rozandolos, o moverte por el Canigó  sin tener nunca la sensación de ser extranjero. Y si vas a la otra punta de Cataluña, no dejes de pedalear por los Ports de Beseit, un macizo muy interesante para la BTT, intentando adivinar realmente donde te encuentras, fácil de saber si subes al Tossal del Rei, punto limítrofe de tres comunidades autónomas y espectacular mirador de todo el macizo.

Y finalmente, si eres de los que les gusta viajar no te pierdas la travesía Zuric-Barcelona. De los Alpes al Pirineo saltando de un país a otro sin pasar por la aduana. Estés interesado o no en el conocimiento que desprenden los caminos que recorres sobre la bicicleta, te invitamos a cargar en el GPS alguna de estas rutas "transgresoras" con los límites: el paisaje lo tienes asegurado, la sensación de sentirte libre, también!

 

Sal, pedalea y disfruta