Despoblados de Cataluña

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Hay en Cataluña más de 130 pueblos distribuidos por todo el territorio sin ningún habitante, la mayoría en los valles y montañas del Pirineo. Seguramente esta afirmación puede sorprender a mucha gente, pero es una evidencia que se inició a mediados del siglo XX, cuando el campo pasó de ser el medio de subsistencia básico de la mayoría de la población a un tentáculo más de la producción capitalista que cambió un modo de vida milenario y expulsó despiadadamente a la población a la búsqueda de un futuro más deseable. Era el mal llamado progreso.

 

Esta huida de la población o éxodo rural hacia las grandes ciudades buscando mejores condiciones de vida provocó que algunos pueblos quedaran totalmente abandonados. De hecho, el proceso de despoblamiento aún está vivo ya que ganarse la vida en pequeños núcleos con carencia de servicios básicos como pueden ser centros de salud o el acceso a internet, y donde los oficios tradicionales ya hace tiempo que han dejado de ser rentables, es una tarea difícil. Y bajo esta hostilidad, pueblos milenarios continuarán desapareciendo con el paso de los años y la gente malvivirá en ciudades cada vez más congestionadas.

Cuando un pueblo pierde sus habitantes suele seguir siempre las mismas pautas: la falta de energía vital daña las viviendas, derrumba los techos y deja paso a una vegetación que engulle las paredes hasta hacerlas desaparecer, un proceso que no dura tantos años como se podría pensar. Pasear por estos espacios silenciados de magnética belleza provoca tristeza, nostalgia y evoca imágenes de tiempos pasados ​​cuando estos calles estaban llenas de vida y rememoran historias que no se ven sino que se tejen en las fantasías de los que las miran. Siglos de historia viva que invitan a reflexionar sobre un modelo económico basado en el crecimiento constante y que cada vez hace más tufo a podrido. Reflexiones que deberían apuntalar un nuevo modelo de sociedad basado en un modelo sostenible para las personas y el medio ambiente.

En paralelo, cada vez son más los pueblos abandonados que tienen pretendientes para comprarlos enteros. Hay compradores de todo tipo. Hay perfiles de compradores como el de El Fonoll, un pueblo milenario en el corazón de Cataluña, que se empezó a restaurar a finales de 1998 como un complejo naturista o el de Conill, en medio de la comarca de Urgell, donde el propietario lo quiere reconstruir como residencia de artistas plásticos. Otros ejemplos son las cooperativas que los quieren para reformarlos para vivir alejados de los modelos actuales de crecimiento y de acuerdo con el ritmo que impone la naturaleza. Es el caso de Lliurona, un pueblo que renació cuando un grupo de jóvenes cargados de idealismo llegaron en los años 80 con ganas de sacar adelante un proyecto comunitario de cultivar la tierra y tener ganado o con la idea de hacer cosas en común para a la comunidad decididas en asamblea pero luego cada uno haciendo su actividad. Actualmente viven unas 50 personas entre adultos y niños que van a la escuela que se ha creado en el pueblo. Otra caso diferente es el del pueblo de Peguera ubicado en un paraje privilegiado de gran belleza, comprado por un jeque de Arabia Saudí para hacer un complejo turístico de lujo que afortunadamente un grupo de luchadores del territorio consiguió detener. Actualmente Peguera pertenece, parece ser, a un joven y exitoso empresario catalán y conocido futbolista de élite en el Barça.

Esperamos que estos y todos los futuros compradores no olviden nunca que los pueblos no tienen, por definición, propietario y que forman parte del patrimonio cultural de todo un país. Lo más importante es recuperar la esencia del lugar para no olvidar nunca los que los mantuvieron vivos hasta el momento del abandono total, siempre a regañadientes, en nombre del progreso. Sólo esto permitirá en un futuro volver a sentir en sus calles, como si flotaran aún en el aire, la voces de los antiguos pobladores yendo y viniendo, reviviendo las preocupaciones cotidianas y la energía que dejaron impregnada para siempre en sus piedras.

 

En el archivo adjunto encontrarás todas las rutas por despoblados que hay en la web