Rutes amb nens / nenes

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Son obvios los beneficios que conlleva la práctica de la bicicleta, tanto física como mentalmente. Muchas veces en las salidas en bicicleta se prioriza la parte deportiva en detrimento de la lúdica, la que te permite disfrutar de nuevo de las sensaciones íntimamente ligadas a la infancia. Aquella sensación del primer pedaleo cuando la máquina respondía a nuestros deseos, con el paisaje moviéndose a nuestro alrededor y el viento en la cara que nos hacía sentir grandes, pequeños héroes jugando con el equilibrio y la velocidad.

 

Esta parte lúdica, verdadera esencia de la bicicleta, es la clave para potenciar otros beneficios que se pueden trabajar a la hora de viajar en bicicleta con niños y niñas. El concepto consiste en transformar las salidas en familia en un viaje y una experiencia cognitiva que permita consolidar valores como la solidaridad, la sostenibilidad, la cooperación, la justicia, la libertad, el respeto por los demás y por la naturaleza…, aspectos todos ellos que las futuras generaciones proyectarán en la construcción de un modelo social más humano y digno, sostenible y ecológicamente sustentado en un patrón alejado del crecimiento salvaje que ahoga a las personas para enriquecer a los de siempre.

Pedalear en familia genera vínculos emocionales que, como la bicicleta, no se olvidarán nunca. Evidentemente las rutas deben estar diseñadas a la medida de los niños y niñas intentando siempre no forzar actividades que generen efectos contrarios a los que buscamos. Hay que potenciar los momentos de ocio y aventura, parar cuando se está desmotivado, generar sinergias que ayuden a finalizar la ruta o simplemente terminarla cuando ya es suficiente.

Todas las rutas que os presentamos en el documento adjunto más las nuevas que publicamos este mes tienen en común que han sido hechas con nuestro hijo Albert en un periodo de tiempo que va desde los dos años hasta los seis que tiene ahora. Y las hemos hecho con diferentes combinaciones dependiendo de la edad y de su estado de ánimo: con carro y silla, silla y bicicleta -dejándola atada en cualquier pueblo de paso y la recogiéndola al final de la ruta- y últimamente sólo con bicicleta, finalizando o no la ruta, en este último caso, uno de los dos volvía a buscar el coche. Parando para disfrutar del paisaje, de los centros de interés que encontrábamos por el camino, para hacer un picnic o un descanso para jugar a otra cosa. Siempre sin forzar la máquina y motivando cada pedalada para conseguir avanzar con alegría.

Las rutas que os proponemos son llanas, con buenos caminos y desnivel mínimo. En Cataluña encontramos territorios aptos para incentivar los viajes en bicicleta: la Segarra, Pla d'Urgell, Segrià, la Noguera, la llanuras del Empordà, Penedès, Osona o la Cerdanya. La variedad de paisajes y las fuentes de conocimiento que nos ofrece el país son también enormes mientras viajamos: paisajes de secano o regadío, humedales, “closes”, lagunas, barracas de piedra seca, castillos, villas amuralladas, yacimientos íberos, ermitas románicas, monasterios... estímulos que bien conducidos despiertan su interés y convierten cada golpe de pedal en una descubierta. Y no perdais la oportunidad de viajar en familia haciendo pequeñas travesías. La oferta es variada: vías verdes, el canal de Midi o la que os ofrecemos, la vuelta por la Segarra, tres días de un viaje circular, que seguro hará las delicias de pequeños y grandes.

 

Salud y pedal