Pla de l`Estany PLE 004_Crespià _ Besalú
El Mont. Reserva de la Resclosa de Serinyà i Illa del Fluvià
Crespià — Pedrinyà — Maià de Montcal — Segueró — Beuda — Coll de Can Jou — Sant Sepulcre de Palera — Besalú — Esponellà — Cervià
Mapa digital Comarcal. Maresme 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
Resumen
Distancia:38 km
Desnivel:770 m
Tiempo:3 h 30 min
Dificultad:media
A ambos lados del Fluvià
La propuesta tiene como eje vertebrador el tramo medio del río Fluvià y nos obsequia, aparte del paisaje característico de la zona, fabulosos tesoros arquitectónicos ubicados en los diferentes núcleos, grandes o pequeños, por donde transcurre la ruta. Y para terminar un tramo de gran belleza por una vía verde junto al Fluvià. Imperdible.
Salimos del pueblo por el antiguo Camino de Crespià a Maià de Montcal que marcha entre el Puig del Sas... A ambos lados del Fluvià
La propuesta tiene como eje vertebrador el tramo medio del río Fluvià y nos obsequia, aparte del paisaje característico de la zona, fabulosos tesoros arquitectónicos ubicados en los diferentes núcleos, grandes o pequeños, por donde transcurre la ruta. Y para terminar un tramo de gran belleza por una vía verde junto al Fluvià. Imperdible.
Salimos del pueblo por el antiguo Camino de Crespià a Maià de Montcal que marcha entre el Puig del Sastre y el torrente que abastece al núcleo. Ganamos altura hasta un amplio collado desde donde disfrutamos de una buena panorámica del valle del Fluvià, la villa de Besalú y los relieves que acompañan el curso medio del río. Y si miramos en profundidad disfrutamos también de los relieves innivados del Pirineo del Ripollès que abarca desde el Puigmal al Costabona. Un conjunto que conforma una hermosa postal.
Dejamos el camino que conduce a Can Masos y tomamos el de Can Ginestera que nos baja a la Riera de Can Vellana desde donde remontamos hasta el vecindario de masías dispersas de Pedrinyà. En el núcleo destaca la ermita Sant Just i Pastor, una construcción post medieval que conserva elementos del templo anterior.
Dejamos Pedrinyà en dirección norte hasta encontrar la carretera que seguimos un centenar de metros justo hasta el desvío de Can Guixers, donde no llegamos ya que nos desviamos antes por la pista que conduce a la interesante masía de Can Farigola. Atravesamos el bonito Pla de Can Cadamont que se extiende a los pies de la casa. Pasado Can Janassa traspasamos los límites de la Selva y entramos en territorio de la Garrotxa, justo en la llanura serena regada por la Riera de Maià, una placidez orográfica que rompen los abruptos relieves del Moncal y el Mont.
En Meià subimos por la pista que pasa por la casa y ermita de Santa Llúcia en dirección hacia la montaña por un camino rural asfaltado que nos llevará a Beuda. Por el camino pasamos por Segueró, uno de los cuatro pueblos que conforman el municipio de Beuda. Es un núcleo de carácter diseminado centrado por la iglesia de Santa María de Segueró, románica y de una nave que probablemente se edificó en el siglo XI. Durante el siglo XV fue convertida en fortaleza. También dentro de este vecindario, cerca de la iglesia de Santa Maria, se encuentra la masía del Noguer de Segueró, una de las más importantes de la Garrotxa. La fama de riqueza y opulencia de la masía se refleja en los conocidos versos: “Si desea saber quiénes son los más ricos de esta tierra, son el Vilar de Sant Boi, el Noguer de Segueró y la Espona de Saderra”. También destaca en la llegada a Segueró del castillo, aunque más que un castillo es una casa fuerte.
Navegamos a los pies de la montaña de El Mont por un camino rural asfaltado hasta Beuda. En la plaza encontramos la fantástica iglesia románica de Sant Feliu con un valioso fregadero bautismal del siglo XII decorado con figuras en relieves y arquillos ciegos y, en dirección a Coll de Can Jou, el Castell Nou, no confundir con el Castellot de las Brujas. Remontamos hasta Coll de Jou e iniciamos el descenso hacia Besalú inmersos en un frondoso robledal. A medio camino encontramos en medio de los bosques de Palera el Santo Sepulcro de Palera, un antiguo monasterio románico del siglo XI.
Llegamos a Besalú, sede del antiguo condado del mismo nombre. Cuenta con un conjunto histórico-artístico medieval considerado como uno de los mejor conservados de Cataluña. Forman parte de este conjunto: la antigua iglesia del monasterio de Sant Pere, la iglesia de Sant Vicenç o la Casa Cornellà, las tres edificaciones románicas del s XII; también destaca su judería y en especial el Micvé o casa de baños rituales de Besalú que es, junto con el de Girona, el único recinto de baños judíos descubierto hasta ahora en la Península Ibérica. Y, por supuesto, el majestuoso puente románico sobre el río Fluvià, otro de los vestigios del Condado de Besalú que junto al de Barcelona, Ripoll y el de Girona, vio el nacimiento de la nación catalana.
Dejamos la villa por el icónico puente y navegamos siguiendo el GR por un altiplano a la derecha del Fluvià hasta encontrar la via verde que conecta la comarca del Gironès con el Pla de l'Estany, una vía inspirada en la antigua ruta del tren que partía de Palamós y conectaba con Gerona y Banyoles. Al inicio de la vía verde pedaleamos a orillas del Fluvià, un tramo protegido como “Reserva de la Resclosa de Serinyà i Illa del Fluvià”. Un tramo de paz y belleza que nos envuelve en cada pedalada viajando entre bosques y aguas apresadas que visten el paisaje por donde pedaleamos de un aura mágica.
Un tramo revelador que nos recuerda cómo la utilización de la fuerza de las aguas del Fluvià se remonta a la época medieval para hacer rodar las muelas de los molinos, muchos de los cuales desaparecieron a principios del siglo XX o se convirtieron en el embrión de centrales hidroeléctricas que encontramos por el camino. Cuando encontramos la carretera atravesamos de nuevo el Fluvià para terminar la ruta.
Diciembre de 2022
CENTROS DE INTERÉS
Santa Eulalia de Crespià. San Justo y Pastor de Pedrinyà. San Vicente de Maià de Montcal. Santa Lucía. Santa María de Segueró. Castillo de Segueró. El Noguer de Segueró. Castillo de Beuda. Santo Sepulcro de Palera. Santa María de Besalú. Puente de Besalú. Ermita de San Miguel de la Roca.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
https://turisme.plaestany.cat/punts-dinteres/la-comarca/crespia/
La propuesta tiene como eje vertebrador el tramo medio del río Fluvià y nos obsequia, aparte del paisaje característico de la zona, fabulosos tesoros arquitectónicos ubicados en los diferentes núcleos, grandes o pequeños, por donde transcurre la ruta. Y para terminar un tramo de gran belleza por una vía verde junto al Fluvià. Imperdible.
Salimos del pueblo por el antiguo Camino de Crespià a Maià de Montcal que marcha entre el Puig del Sas... A ambos lados del Fluvià
La propuesta tiene como eje vertebrador el tramo medio del río Fluvià y nos obsequia, aparte del paisaje característico de la zona, fabulosos tesoros arquitectónicos ubicados en los diferentes núcleos, grandes o pequeños, por donde transcurre la ruta. Y para terminar un tramo de gran belleza por una vía verde junto al Fluvià. Imperdible.
Salimos del pueblo por el antiguo Camino de Crespià a Maià de Montcal que marcha entre el Puig del Sastre y el torrente que abastece al núcleo. Ganamos altura hasta un amplio collado desde donde disfrutamos de una buena panorámica del valle del Fluvià, la villa de Besalú y los relieves que acompañan el curso medio del río. Y si miramos en profundidad disfrutamos también de los relieves innivados del Pirineo del Ripollès que abarca desde el Puigmal al Costabona. Un conjunto que conforma una hermosa postal.
Dejamos el camino que conduce a Can Masos y tomamos el de Can Ginestera que nos baja a la Riera de Can Vellana desde donde remontamos hasta el vecindario de masías dispersas de Pedrinyà. En el núcleo destaca la ermita Sant Just i Pastor, una construcción post medieval que conserva elementos del templo anterior.
Dejamos Pedrinyà en dirección norte hasta encontrar la carretera que seguimos un centenar de metros justo hasta el desvío de Can Guixers, donde no llegamos ya que nos desviamos antes por la pista que conduce a la interesante masía de Can Farigola. Atravesamos el bonito Pla de Can Cadamont que se extiende a los pies de la casa. Pasado Can Janassa traspasamos los límites de la Selva y entramos en territorio de la Garrotxa, justo en la llanura serena regada por la Riera de Maià, una placidez orográfica que rompen los abruptos relieves del Moncal y el Mont.
En Meià subimos por la pista que pasa por la casa y ermita de Santa Llúcia en dirección hacia la montaña por un camino rural asfaltado que nos llevará a Beuda. Por el camino pasamos por Segueró, uno de los cuatro pueblos que conforman el municipio de Beuda. Es un núcleo de carácter diseminado centrado por la iglesia de Santa María de Segueró, románica y de una nave que probablemente se edificó en el siglo XI. Durante el siglo XV fue convertida en fortaleza. También dentro de este vecindario, cerca de la iglesia de Santa Maria, se encuentra la masía del Noguer de Segueró, una de las más importantes de la Garrotxa. La fama de riqueza y opulencia de la masía se refleja en los conocidos versos: “Si desea saber quiénes son los más ricos de esta tierra, son el Vilar de Sant Boi, el Noguer de Segueró y la Espona de Saderra”. También destaca en la llegada a Segueró del castillo, aunque más que un castillo es una casa fuerte.
Navegamos a los pies de la montaña de El Mont por un camino rural asfaltado hasta Beuda. En la plaza encontramos la fantástica iglesia románica de Sant Feliu con un valioso fregadero bautismal del siglo XII decorado con figuras en relieves y arquillos ciegos y, en dirección a Coll de Can Jou, el Castell Nou, no confundir con el Castellot de las Brujas. Remontamos hasta Coll de Jou e iniciamos el descenso hacia Besalú inmersos en un frondoso robledal. A medio camino encontramos en medio de los bosques de Palera el Santo Sepulcro de Palera, un antiguo monasterio románico del siglo XI.
Llegamos a Besalú, sede del antiguo condado del mismo nombre. Cuenta con un conjunto histórico-artístico medieval considerado como uno de los mejor conservados de Cataluña. Forman parte de este conjunto: la antigua iglesia del monasterio de Sant Pere, la iglesia de Sant Vicenç o la Casa Cornellà, las tres edificaciones románicas del s XII; también destaca su judería y en especial el Micvé o casa de baños rituales de Besalú que es, junto con el de Girona, el único recinto de baños judíos descubierto hasta ahora en la Península Ibérica. Y, por supuesto, el majestuoso puente románico sobre el río Fluvià, otro de los vestigios del Condado de Besalú que junto al de Barcelona, Ripoll y el de Girona, vio el nacimiento de la nación catalana.
Dejamos la villa por el icónico puente y navegamos siguiendo el GR por un altiplano a la derecha del Fluvià hasta encontrar la via verde que conecta la comarca del Gironès con el Pla de l'Estany, una vía inspirada en la antigua ruta del tren que partía de Palamós y conectaba con Gerona y Banyoles. Al inicio de la vía verde pedaleamos a orillas del Fluvià, un tramo protegido como “Reserva de la Resclosa de Serinyà i Illa del Fluvià”. Un tramo de paz y belleza que nos envuelve en cada pedalada viajando entre bosques y aguas apresadas que visten el paisaje por donde pedaleamos de un aura mágica.
Un tramo revelador que nos recuerda cómo la utilización de la fuerza de las aguas del Fluvià se remonta a la época medieval para hacer rodar las muelas de los molinos, muchos de los cuales desaparecieron a principios del siglo XX o se convirtieron en el embrión de centrales hidroeléctricas que encontramos por el camino. Cuando encontramos la carretera atravesamos de nuevo el Fluvià para terminar la ruta.
Diciembre de 2022
CENTROS DE INTERÉS
Santa Eulalia de Crespià. San Justo y Pastor de Pedrinyà. San Vicente de Maià de Montcal. Santa Lucía. Santa María de Segueró. Castillo de Segueró. El Noguer de Segueró. Castillo de Beuda. Santo Sepulcro de Palera. Santa María de Besalú. Puente de Besalú. Ermita de San Miguel de la Roca.
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
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