Segarra SEG 006_Guissona
Plana de Guissona. Valls del Sió - Llobregós
Guissona – La Morana – Sant Martí de la Morana – Concabella – Torrefeta – Bellveí – Sant Guim de la Plana – Guissona
Guissona_La Morana_Sant Martí de la Morana_Concabella_Torrefeta_Bellveí_Sant Guim de la Plana_Guissona
Resumen
Distancia:24 km
Desnivel:270 m
Tiempo:2 h 0 min
Dificultad:fácil
Ruta de contacto
Castillos del Sió. Una salida familiar en pleno centro de Cataluña
Un viaje sin prisas por el centro de Cataluña descubriendo el corazón de la Segarra, un territorio salpicado de pequeños pueblos que nacieron al abrigo de un castillo y conservan en gran medida la antigua estructura medieval con las casas formando una villa cerrada fruto la repoblación llevado a cabo por los condados catalanes en la época de la reconquista.
El abundante número de castillo... Castillos del Sió. Una salida familiar en pleno centro de Cataluña
Un viaje sin prisas por el centro de Cataluña descubriendo el corazón de la Segarra, un territorio salpicado de pequeños pueblos que nacieron al abrigo de un castillo y conservan en gran medida la antigua estructura medieval con las casas formando una villa cerrada fruto la repoblación llevado a cabo por los condados catalanes en la época de la reconquista.
El abundante número de castillos, torres, casas fuertes y villas cerradas que hay en la Segarra ha hecho que, en ocasiones, la comarca se conozca también con el nombre de "Tierra de Castillos". Las fortificaciones de la Segarra, en efecto, tienen su origen en la Edad Media, en el contexto de la expansión de los condados catalanes sobre la Marca o frontera superior de Al-Andalus durante los siglos XI-XII.
A diferencia de otras fortificaciones de origen medieval del país, sin embargo, los castillos, casas fuertes y villas cerradas de la Segarra permanecieron habitados y actuando como centros de dominios señoriales después del final de la Edad Media. En la Segarra, el feudalismo se mantuvo con fuerza durante los siglos XVI, XVII y XVIII, por lo que muchas fortificaciones y los señoríos correspondientes perduraron hasta su abolición en pleno siglo XIX.
Salimos de Guissona por el polígono, un espacio prácticamente captado por el grupo alimentario que lleva el nombre de la villa y que inunda la zona de olores no excesivamente agradables. Pasamos junto a la ermita de Sant Macari. A ambos lados del camino se desarrollan extensiones de campos de secano, perfectamente delimitados por extraordinarios muros de piedra seca, auténticas obras maestras de la arquitectura popular, normalmente coronados por hileras de almendros.
Del horizonte que dibujan los cultivos sobresale sutilmente mostrando su cercanía los relieves prepirenaicos de Port del Comte, Pedraforca, Ensija y Rasos de Peguera. Aún con la silueta de Guissona enmarcando el paisaje de fondo llegamos a la Morana, un pueblo que fue un asentamiento medieval que, fruto de las hostilidades del momento, nació definiendo una villa cerrada en torno a un castillo y una pequeña iglesia románica. Enlazamos con la próxima villa cerrada de Sant Martí de Morana construida junto a una pequeña torre de defensa ahora desaparecida.
Ponemos rumbo a Concabella pedaleando a los pies de la colina donde se ubica el núcleo de Gra. Gra fue escenario de la conocida como “Batalla de Gra”, durante la primera guerra carlista. Superado el cerro, en medio de un campo se adivinan los escombros de lo que había sido el Priorato de Tauladellls, del cual queda muy poco.
Continuamos nuestro viaje hacia el pueblo de Concabella donde destaca su castillo que, como muchos otros, tiene su origen a partir de una torre de vigilancia de la época de la Reconquista y que las reformas hechas en el s. XVI lo convirtieron en una gran casa señorial, levantada según los gustos del Renacimiento. Cuando en el s. XIX pasa a manos del pueblo vivirá las transformaciones más importantes, con efectos devastadores para su estructura: acogió durante la Guerra Civil entre 800 y 1300 presos llevados desde la cárcel Modelo de Barcelona, que fueron utilizados como fuerza de trabajo para las obras de fortificación de la retaguardia del ejército republicano; a partir de los años 40 se ubicó la escuela, una vivienda para el maestro, la sala del baile, funcionó como estable y se anexó un café. Afortunadamente, el Ayuntamiento de Plans de Sió puso en marcha un ambicioso proyecto que ha hecho posible no sólo la restauración de los muros, sino también el descubrimiento de nuevos espacios y su estudio y, muy especialmente, la conversión del castillo en un gran centro cultural. Actualmente el castillo de Concabella alberga también el Centro de Interpretación de los Castillos del Sió.
En el centro del pueblo se encuentra la hermosa iglesia románica de San Salvador de Concabella (s. XII) desde donde subimos hacia Torrefeta, cuya silueta vemos perfilada sobre una colina. El pueblo conserva dos portales de medio punto y grandes dovelas que daban acceso a la villa cerrada, y también otras arcadas góticas en las calles del casco antiguo. Descendemos hacia el torrente del Oró y, en el otro lado, una pista nos lleva al pueblo de Bellvei, escrito antiguamente como Bellvehi o Bellvey, documentado en el siglo XI como Castellum bellivicini, compuesto de bello y ver, es decir «bella vista» por su situación de atalaya.
Continuamos por la pista que sube suavemente por la derecha de los cultivos que descienden escalonados entre muros de piedra hasta Sant Guim de la Plana, en el corazón geográfico de la Segarra, encontramos repentinamente el núcleo medieval de Sant Guim. Entramos en el núcleo por la plaza donde está el imponente centro conocido como el castillo, aunque no hay prácticamente evidencias del castillo original del siglo XII, y la iglesia de Santa María, en la que aún se conserva la talla románica de Sant Guillem. Vale la pena recorrer los callejones y pasos cubiertos por descubrir un trazado irregular y desnivelado, prácticamente inalterado desde la edad media.
Un cómodo trayecto entre muros de piedra seca de bella factura que contienen el suelo de posibles deslizamientos, nos lleva de nuevo a la Villa de Guissona
Junio de 2016.
CENTROS DE INTERÉS
San Macario de Guissona. Priorato de Tauladellls. Castillo de Concabella. San Salvador de Concabella. Santa María de Sant Guim de la Plana.
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http://www.lasegarra.org/
Un viaje sin prisas por el centro de Cataluña descubriendo el corazón de la Segarra, un territorio salpicado de pequeños pueblos que nacieron al abrigo de un castillo y conservan en gran medida la antigua estructura medieval con las casas formando una villa cerrada fruto la repoblación llevado a cabo por los condados catalanes en la época de la reconquista.
El abundante número de castillo... Castillos del Sió. Una salida familiar en pleno centro de Cataluña
Un viaje sin prisas por el centro de Cataluña descubriendo el corazón de la Segarra, un territorio salpicado de pequeños pueblos que nacieron al abrigo de un castillo y conservan en gran medida la antigua estructura medieval con las casas formando una villa cerrada fruto la repoblación llevado a cabo por los condados catalanes en la época de la reconquista.
El abundante número de castillos, torres, casas fuertes y villas cerradas que hay en la Segarra ha hecho que, en ocasiones, la comarca se conozca también con el nombre de "Tierra de Castillos". Las fortificaciones de la Segarra, en efecto, tienen su origen en la Edad Media, en el contexto de la expansión de los condados catalanes sobre la Marca o frontera superior de Al-Andalus durante los siglos XI-XII.
A diferencia de otras fortificaciones de origen medieval del país, sin embargo, los castillos, casas fuertes y villas cerradas de la Segarra permanecieron habitados y actuando como centros de dominios señoriales después del final de la Edad Media. En la Segarra, el feudalismo se mantuvo con fuerza durante los siglos XVI, XVII y XVIII, por lo que muchas fortificaciones y los señoríos correspondientes perduraron hasta su abolición en pleno siglo XIX.
Salimos de Guissona por el polígono, un espacio prácticamente captado por el grupo alimentario que lleva el nombre de la villa y que inunda la zona de olores no excesivamente agradables. Pasamos junto a la ermita de Sant Macari. A ambos lados del camino se desarrollan extensiones de campos de secano, perfectamente delimitados por extraordinarios muros de piedra seca, auténticas obras maestras de la arquitectura popular, normalmente coronados por hileras de almendros.
Del horizonte que dibujan los cultivos sobresale sutilmente mostrando su cercanía los relieves prepirenaicos de Port del Comte, Pedraforca, Ensija y Rasos de Peguera. Aún con la silueta de Guissona enmarcando el paisaje de fondo llegamos a la Morana, un pueblo que fue un asentamiento medieval que, fruto de las hostilidades del momento, nació definiendo una villa cerrada en torno a un castillo y una pequeña iglesia románica. Enlazamos con la próxima villa cerrada de Sant Martí de Morana construida junto a una pequeña torre de defensa ahora desaparecida.
Ponemos rumbo a Concabella pedaleando a los pies de la colina donde se ubica el núcleo de Gra. Gra fue escenario de la conocida como “Batalla de Gra”, durante la primera guerra carlista. Superado el cerro, en medio de un campo se adivinan los escombros de lo que había sido el Priorato de Tauladellls, del cual queda muy poco.
Continuamos nuestro viaje hacia el pueblo de Concabella donde destaca su castillo que, como muchos otros, tiene su origen a partir de una torre de vigilancia de la época de la Reconquista y que las reformas hechas en el s. XVI lo convirtieron en una gran casa señorial, levantada según los gustos del Renacimiento. Cuando en el s. XIX pasa a manos del pueblo vivirá las transformaciones más importantes, con efectos devastadores para su estructura: acogió durante la Guerra Civil entre 800 y 1300 presos llevados desde la cárcel Modelo de Barcelona, que fueron utilizados como fuerza de trabajo para las obras de fortificación de la retaguardia del ejército republicano; a partir de los años 40 se ubicó la escuela, una vivienda para el maestro, la sala del baile, funcionó como estable y se anexó un café. Afortunadamente, el Ayuntamiento de Plans de Sió puso en marcha un ambicioso proyecto que ha hecho posible no sólo la restauración de los muros, sino también el descubrimiento de nuevos espacios y su estudio y, muy especialmente, la conversión del castillo en un gran centro cultural. Actualmente el castillo de Concabella alberga también el Centro de Interpretación de los Castillos del Sió.
En el centro del pueblo se encuentra la hermosa iglesia románica de San Salvador de Concabella (s. XII) desde donde subimos hacia Torrefeta, cuya silueta vemos perfilada sobre una colina. El pueblo conserva dos portales de medio punto y grandes dovelas que daban acceso a la villa cerrada, y también otras arcadas góticas en las calles del casco antiguo. Descendemos hacia el torrente del Oró y, en el otro lado, una pista nos lleva al pueblo de Bellvei, escrito antiguamente como Bellvehi o Bellvey, documentado en el siglo XI como Castellum bellivicini, compuesto de bello y ver, es decir «bella vista» por su situación de atalaya.
Continuamos por la pista que sube suavemente por la derecha de los cultivos que descienden escalonados entre muros de piedra hasta Sant Guim de la Plana, en el corazón geográfico de la Segarra, encontramos repentinamente el núcleo medieval de Sant Guim. Entramos en el núcleo por la plaza donde está el imponente centro conocido como el castillo, aunque no hay prácticamente evidencias del castillo original del siglo XII, y la iglesia de Santa María, en la que aún se conserva la talla románica de Sant Guillem. Vale la pena recorrer los callejones y pasos cubiertos por descubrir un trazado irregular y desnivelado, prácticamente inalterado desde la edad media.
Un cómodo trayecto entre muros de piedra seca de bella factura que contienen el suelo de posibles deslizamientos, nos lleva de nuevo a la Villa de Guissona
Junio de 2016.
CENTROS DE INTERÉS
San Macario de Guissona. Priorato de Tauladellls. Castillo de Concabella. San Salvador de Concabella. Santa María de Sant Guim de la Plana.
RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
http://www.lasegarra.org/