Gósol — Bagà
Macizo del Pedraforca. Parque Natural del Cadí-Moixeró. Serra de Gisclareny
Gósol — L’Espà — Coll de la Trapa — Saldes — El Collell — Coll de Torn — Coll de Bauma — Gisclareny — Bagà
Mapas Comarcales de Cataluña. Alt Urgell. 1:50.000. Instituto Cartográfico de Cataluña (ICC).
Mapas Comarcales de Cataluña. Berguedà. 1:50.000. Instituto Cartográfico de Cataluña (ICC).
Resumen
Distancia:43 km
Desnivel:1000 m
Tiempo:4 h 30 min
Dificultad:media-difícil
La magia encantadora del Pedraforca y del Cadí
La primera etapa de la travesía nos descubre las cuatro caras del macizo del Pedraforca, una de las cumbres más emblemáticas de Cataluña; una vuelta que desde Gósol nos lleva al Collell, nexo de unión con la Serra del Cadí y punto de inflexión del trayecto, desde donde iniciamos una larga bajada por el valle del Bastareny que nos lleva hasta Bagà, con un bonito final por la vía verde de Nicolau.
Iniciamos la ... La magia encantadora del Pedraforca y del Cadí
La primera etapa de la travesía nos descubre las cuatro caras del macizo del Pedraforca, una de las cumbres más emblemáticas de Cataluña; una vuelta que desde Gósol nos lleva al Collell, nexo de unión con la Serra del Cadí y punto de inflexión del trayecto, desde donde iniciamos una larga bajada por el valle del Bastareny que nos lleva hasta Bagà, con un bonito final por la vía verde de Nicolau.
Iniciamos la travesía en Gósol, el pueblo donde Picasso hizo una estancia a principios del s. XX que supuso un punto de inflexión de su carrera pictórica en la transición hacia el cubismo. Marchamos en paralelo a la carretera hasta el Coll del Cap de la Creu, un buen mirador del Cap de la Gallina Pelada, cumbre que corona la Serra d’Ensija. Continuamos por el camino viejo de Gósol a Saldes, ahora un sendero que nos lleva a L’Espà y al fondo del valle, donde conectamos con una pista que cerca de can Xixa se convierte nuevamente en un sendero, no muy ciclable, que nos deja en Coll de la Trapa, punto con una espléndida panorámica de la vertiginosa pared del Pollegó Inferior del macizo del Pedraforca.
El antiguo camino se adentra ahora en un paisaje geológico de reminiscencias marcianas, formado por rocas de rojos intensos. Más adelante nos desviamos a la izquierda para atravesar el río de Saldes. Sin entrar en el pueblo marchamos por carretera por debajo de la faz más conocida del colosal macizo hasta el fantástico mirador de Gresolet, una aérea balconada colgada sobre el vacío que nos regala una fascinante imagen del valle, los riscos de Gresolet y, detrás suyo, la vertiente sur de la Sierra del Cadí, de la cual disfrutaremos una buena parte del trayecto.
Navegamos por pista en cómoda subida bajo la abrupta pared norte del Pollegó Superior, un corte brutal de hasta 800 metros por encima del valle de Gresolet, hasta el Collell, nexo de unión entre el Pedraforca y el Cadí. El ambiente de alta montaña es total y las sensaciones de los poderosos relieves y el paisaje subalpino que nos rodea se convierten en pura magia en el espíritu del viajero.
Entre el Collell y Coll de Torn, el ganado veraniego aprovecha los pastos o yace plácidamente con semblante místico antes de volver a los valles cuando llegue el mal tiempo. A partir de Coll de Torn iniciamos un largo descenso totalmente contemplativo que nos llevará por bosques húmedos hasta el valle del Bastareny, pasados los collados de Bauma y de la Bena. Durante la bajada encontramos dos centros de interés: Murcurols, que a pesar de estar medio en ruinas todavía rezuma la fortaleza que llegó a ser, y Sant Martí del Puig, de naturaleza románica.
La pista desemboca a la carretera de Gisclareny, que seguimos hasta Sant Joan de l’Avellanet, donde empieza la Vía Verde de Nicolau, una antigua vía de vagonetas construida a principios del siglo XX (1914-1916) para transportar madera desde Gisclareny hasta Guardiola de Berguedà. Un trayecto final placentero nos dejará, pasando por el Pont de la Vila, en la plaza medieval de Bagà, construida en el siglo XIII.
Agost de 2021
CENTROS De INTERÉS
Sant Andreu de l‘Espà. Mirador de Gresolet. Murcurols. Sant Martí del Puig
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
http://turismebaga.com/
La primera etapa de la travesía nos descubre las cuatro caras del macizo del Pedraforca, una de las cumbres más emblemáticas de Cataluña; una vuelta que desde Gósol nos lleva al Collell, nexo de unión con la Serra del Cadí y punto de inflexión del trayecto, desde donde iniciamos una larga bajada por el valle del Bastareny que nos lleva hasta Bagà, con un bonito final por la vía verde de Nicolau.
Iniciamos la ... La magia encantadora del Pedraforca y del Cadí
La primera etapa de la travesía nos descubre las cuatro caras del macizo del Pedraforca, una de las cumbres más emblemáticas de Cataluña; una vuelta que desde Gósol nos lleva al Collell, nexo de unión con la Serra del Cadí y punto de inflexión del trayecto, desde donde iniciamos una larga bajada por el valle del Bastareny que nos lleva hasta Bagà, con un bonito final por la vía verde de Nicolau.
Iniciamos la travesía en Gósol, el pueblo donde Picasso hizo una estancia a principios del s. XX que supuso un punto de inflexión de su carrera pictórica en la transición hacia el cubismo. Marchamos en paralelo a la carretera hasta el Coll del Cap de la Creu, un buen mirador del Cap de la Gallina Pelada, cumbre que corona la Serra d’Ensija. Continuamos por el camino viejo de Gósol a Saldes, ahora un sendero que nos lleva a L’Espà y al fondo del valle, donde conectamos con una pista que cerca de can Xixa se convierte nuevamente en un sendero, no muy ciclable, que nos deja en Coll de la Trapa, punto con una espléndida panorámica de la vertiginosa pared del Pollegó Inferior del macizo del Pedraforca.
El antiguo camino se adentra ahora en un paisaje geológico de reminiscencias marcianas, formado por rocas de rojos intensos. Más adelante nos desviamos a la izquierda para atravesar el río de Saldes. Sin entrar en el pueblo marchamos por carretera por debajo de la faz más conocida del colosal macizo hasta el fantástico mirador de Gresolet, una aérea balconada colgada sobre el vacío que nos regala una fascinante imagen del valle, los riscos de Gresolet y, detrás suyo, la vertiente sur de la Sierra del Cadí, de la cual disfrutaremos una buena parte del trayecto.
Navegamos por pista en cómoda subida bajo la abrupta pared norte del Pollegó Superior, un corte brutal de hasta 800 metros por encima del valle de Gresolet, hasta el Collell, nexo de unión entre el Pedraforca y el Cadí. El ambiente de alta montaña es total y las sensaciones de los poderosos relieves y el paisaje subalpino que nos rodea se convierten en pura magia en el espíritu del viajero.
Entre el Collell y Coll de Torn, el ganado veraniego aprovecha los pastos o yace plácidamente con semblante místico antes de volver a los valles cuando llegue el mal tiempo. A partir de Coll de Torn iniciamos un largo descenso totalmente contemplativo que nos llevará por bosques húmedos hasta el valle del Bastareny, pasados los collados de Bauma y de la Bena. Durante la bajada encontramos dos centros de interés: Murcurols, que a pesar de estar medio en ruinas todavía rezuma la fortaleza que llegó a ser, y Sant Martí del Puig, de naturaleza románica.
La pista desemboca a la carretera de Gisclareny, que seguimos hasta Sant Joan de l’Avellanet, donde empieza la Vía Verde de Nicolau, una antigua vía de vagonetas construida a principios del siglo XX (1914-1916) para transportar madera desde Gisclareny hasta Guardiola de Berguedà. Un trayecto final placentero nos dejará, pasando por el Pont de la Vila, en la plaza medieval de Bagà, construida en el siglo XIII.
Agost de 2021
CENTROS De INTERÉS
Sant Andreu de l‘Espà. Mirador de Gresolet. Murcurols. Sant Martí del Puig
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
http://turismebaga.com/