Prats de Molló — Maçanet de Cabrenys
Comanegra. Montnegre. Serra Llobera. Serra de Bac Grillera
Prats de Molló —La Menera — Vila-Roja — Costoja — Coll del Horts — Oliveda — Maçanet de Cabrenys
https://www.geoportail.gouv.fr/
Resumen
Distancia:62 km
Desnivel:1580 m
Tiempo:6 h 15 min
Dificultad:difícil
Baño de bosque. Conexión con la naturaleza
Ruta por la vertiente norte de los límites fronterizos entre el Ripollès y el Vallespir siempre navegando entre magníficos monumentales bosques de inspiración divina. Abetales monumentales, hayedos impresionantes y majestuosas alcornoques transmiten su energía llenando alma y cuerpo de un plácido bienestar.
Un kilómetro allá del pueblo, por la carretera en dirección a Coll d?Ares tomamos un camino asfaltado que sube a l... Baño de bosque. Conexión con la naturaleza
Ruta por la vertiente norte de los límites fronterizos entre el Ripollès y el Vallespir siempre navegando entre magníficos monumentales bosques de inspiración divina. Abetales monumentales, hayedos impresionantes y majestuosas alcornoques transmiten su energía llenando alma y cuerpo de un plácido bienestar.
Un kilómetro allá del pueblo, por la carretera en dirección a Coll d’Ares tomamos un camino asfaltado que sube a la barriada del Xetard. Nos desviamos por una pista que pasa por debajo del Mas de Can Got y que se adentra por el valle del Canadell. Entramos en un bosque de densa vegetación pedaleando por una buena pista que serpentea con largas lazadas, flanqueada por abetos, castaños, hayas. Navegamos por un camino que se despliega por la vertiente norte de la carena transfronteriza, al otro lado de Coll d’Ares, y que forma parte de la Red de Caminos de la Retirada, por donde los republicanos huían desvalidos y exhaustos de la lacra fascista. Este fue uno de los puntos fuertes por donde se realizó la retirada republicana de Cataluña en febrero de 1939.
Aunque pedaleamos rodeados de una espesa vegetación, cuando pequeñas rendijas lo permiten vemos la torre del Mir, de origen medieval y muy popular entre los habitantes de Prats de Molló. Saliendo del bosque, el paisaje se abre y nos ofrece una buena perspectiva de los relieves que cierran el valle: el Canigó y las cordilleras fronterizas de la Garrotxa y el Empordà, que serán referentes en el viaje, como el Comanegra, el macizo de las Salines y, más allá, asomando, el Puig Neulós.
Salimos a la carretera. Muy cerca vemos los restos de Santa Margarida de Coll d’Ares, un antiguo hospedaje para peregrinos y viajeros y casa monástica. Nos dejamos caer por la carretera y en la siguiente curva tomamos la pista que lleva a la aldea de Nostra Senyora del Coral y hasta la Menera: un trayecto de bajada por un territorio agreste y solitario, emboscados en el corazón de un bellísimo hayedo que inconscientemente nos transmite su savia energética a cada vuelta de pedal. Justo antes de llegar a la Menera nos desviamos a la derecha iniciando la ascensión al Coll del Pla de la Muga inmersos siempre en la boscúria que se despliega por las vertientes norte del Comanegra. Justo bajo el Montnegre encontramos señalizado un sendero GR que nos sube, no siempre encima de la bicicleta, al collado bajo el Pla de la Muga, lugar donde nace el río del mismo nombre.
Al otro lado el sendero marcha hacia el norte y se adentra en el bosque de Falgós, un monumental y delicioso hayedo de belleza tan soberbia que corta el aliento e invita al recogimiento, a la introspección y a abrazar alguno de los magníficos ejemplares de haya, una práctica terapéutica mística y espiritual con milenios de antigüedad. Retomamos el trayecto con energías renovadas, siguiendo un antiguo camino que desemboca en una buena pista. Pedaleamos siempre entre bosques esplendorosos, enlazando caminos diversos y cerca de la carena fronteriza. Llegamos a una curva que rodea un acicate rocoso, al cual vale la pena ensartarse para disfrutar de las panorámicas extensas que se divisan: los valles de la Muga y Sant Aniol y, entre los relevos destacados, el Bassegoda, las Salines, la Albera y, al final, Cabo de Creus, hundiendo el Pirineo en el mediterráneo.
Navegamos por los límites entre los valles de Sant Llorenç de Cerdans y de la Muga hasta Vila-roja, una aldea de la comuna de Costoja, lugar donde llegamos conectando caminos de firme variado. Costoja está presidido por la iglesia parroquial de Santa Maria, bello ejemplar del románico del siglo XII, declarada monumento histórico de Francia el 1840; es una iglesia bastante espectacular, a pesar de su aparente sencillez exterior, con una portalada monumental considerada una de las más bellas del románico de la Catalunya Nord y del románico catalán en general.
El pueblo conserva casi íntegro el trazado de la antigua cellera o sagrera (espacio alrededor de la iglesia que se consideraba territorio físico sagrado) formada alrededor de la iglesia y del viejo cementerio parroquial, que todavía hoy en día conserva en medio de la población las paredes románicas que lo delimitan. Entre las iniciativas de promoción turística del pueblo destaca la confección y colocación de unas cincuenta placas de piedra por todo el pueblo que recuerdan, en catalán y francés y con un suave toque de humor impregnado de nostalgia, sus lugares más destacados.
Continuamos la ruta por carretera pasando de la Catalunya Nord a la sur. Dejamos el asfalto en Coll dels Horts y ascendemos por la ladera norte de la sierra de Bac Grillera. Pasado el Mas de la Gavarra perdemos altura hacia el destino final, Maçanet de Cabrenys, por un paisaje totalmente diferente al que hasta ahora hemos vivido. Pedaleamos por pistas arenosas flanqueadas por magníficos ejemplares de alcornoque completando una etapa con el denominador común del bosque y con la sensación de que la conexión con la naturaleza nos ha aportado saludables beneficios psicológicos, fisiológicos y espirituales. Hace falta, pues, respetarla con profundidad, porque la naturaleza constituye un auténtico bálsamo para cuerpo y alma.
Agosto de 2021
CENTROS De INTERÉS
Santa Margarida de Coll d’Ares. Nostra Senyora del Coral. Sant Miquel de Vila-roja. Santa Maria de Costoja. Sant Andreu d’Oliveda
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
https://maçanetdecabrenys.cat/turisme/
Santa Margarida de Coll d’Ares. Nostra Senyora del Coral. Sant Miquel de Vila-roja. Santa Maria de Costoja. Sant Andreu d’Oliveda
Ruta por la vertiente norte de los límites fronterizos entre el Ripollès y el Vallespir siempre navegando entre magníficos monumentales bosques de inspiración divina. Abetales monumentales, hayedos impresionantes y majestuosas alcornoques transmiten su energía llenando alma y cuerpo de un plácido bienestar.
Un kilómetro allá del pueblo, por la carretera en dirección a Coll d?Ares tomamos un camino asfaltado que sube a l... Baño de bosque. Conexión con la naturaleza
Ruta por la vertiente norte de los límites fronterizos entre el Ripollès y el Vallespir siempre navegando entre magníficos monumentales bosques de inspiración divina. Abetales monumentales, hayedos impresionantes y majestuosas alcornoques transmiten su energía llenando alma y cuerpo de un plácido bienestar.
Un kilómetro allá del pueblo, por la carretera en dirección a Coll d’Ares tomamos un camino asfaltado que sube a la barriada del Xetard. Nos desviamos por una pista que pasa por debajo del Mas de Can Got y que se adentra por el valle del Canadell. Entramos en un bosque de densa vegetación pedaleando por una buena pista que serpentea con largas lazadas, flanqueada por abetos, castaños, hayas. Navegamos por un camino que se despliega por la vertiente norte de la carena transfronteriza, al otro lado de Coll d’Ares, y que forma parte de la Red de Caminos de la Retirada, por donde los republicanos huían desvalidos y exhaustos de la lacra fascista. Este fue uno de los puntos fuertes por donde se realizó la retirada republicana de Cataluña en febrero de 1939.
Aunque pedaleamos rodeados de una espesa vegetación, cuando pequeñas rendijas lo permiten vemos la torre del Mir, de origen medieval y muy popular entre los habitantes de Prats de Molló. Saliendo del bosque, el paisaje se abre y nos ofrece una buena perspectiva de los relieves que cierran el valle: el Canigó y las cordilleras fronterizas de la Garrotxa y el Empordà, que serán referentes en el viaje, como el Comanegra, el macizo de las Salines y, más allá, asomando, el Puig Neulós.
Salimos a la carretera. Muy cerca vemos los restos de Santa Margarida de Coll d’Ares, un antiguo hospedaje para peregrinos y viajeros y casa monástica. Nos dejamos caer por la carretera y en la siguiente curva tomamos la pista que lleva a la aldea de Nostra Senyora del Coral y hasta la Menera: un trayecto de bajada por un territorio agreste y solitario, emboscados en el corazón de un bellísimo hayedo que inconscientemente nos transmite su savia energética a cada vuelta de pedal. Justo antes de llegar a la Menera nos desviamos a la derecha iniciando la ascensión al Coll del Pla de la Muga inmersos siempre en la boscúria que se despliega por las vertientes norte del Comanegra. Justo bajo el Montnegre encontramos señalizado un sendero GR que nos sube, no siempre encima de la bicicleta, al collado bajo el Pla de la Muga, lugar donde nace el río del mismo nombre.
Al otro lado el sendero marcha hacia el norte y se adentra en el bosque de Falgós, un monumental y delicioso hayedo de belleza tan soberbia que corta el aliento e invita al recogimiento, a la introspección y a abrazar alguno de los magníficos ejemplares de haya, una práctica terapéutica mística y espiritual con milenios de antigüedad. Retomamos el trayecto con energías renovadas, siguiendo un antiguo camino que desemboca en una buena pista. Pedaleamos siempre entre bosques esplendorosos, enlazando caminos diversos y cerca de la carena fronteriza. Llegamos a una curva que rodea un acicate rocoso, al cual vale la pena ensartarse para disfrutar de las panorámicas extensas que se divisan: los valles de la Muga y Sant Aniol y, entre los relevos destacados, el Bassegoda, las Salines, la Albera y, al final, Cabo de Creus, hundiendo el Pirineo en el mediterráneo.
Navegamos por los límites entre los valles de Sant Llorenç de Cerdans y de la Muga hasta Vila-roja, una aldea de la comuna de Costoja, lugar donde llegamos conectando caminos de firme variado. Costoja está presidido por la iglesia parroquial de Santa Maria, bello ejemplar del románico del siglo XII, declarada monumento histórico de Francia el 1840; es una iglesia bastante espectacular, a pesar de su aparente sencillez exterior, con una portalada monumental considerada una de las más bellas del románico de la Catalunya Nord y del románico catalán en general.
El pueblo conserva casi íntegro el trazado de la antigua cellera o sagrera (espacio alrededor de la iglesia que se consideraba territorio físico sagrado) formada alrededor de la iglesia y del viejo cementerio parroquial, que todavía hoy en día conserva en medio de la población las paredes románicas que lo delimitan. Entre las iniciativas de promoción turística del pueblo destaca la confección y colocación de unas cincuenta placas de piedra por todo el pueblo que recuerdan, en catalán y francés y con un suave toque de humor impregnado de nostalgia, sus lugares más destacados.
Continuamos la ruta por carretera pasando de la Catalunya Nord a la sur. Dejamos el asfalto en Coll dels Horts y ascendemos por la ladera norte de la sierra de Bac Grillera. Pasado el Mas de la Gavarra perdemos altura hacia el destino final, Maçanet de Cabrenys, por un paisaje totalmente diferente al que hasta ahora hemos vivido. Pedaleamos por pistas arenosas flanqueadas por magníficos ejemplares de alcornoque completando una etapa con el denominador común del bosque y con la sensación de que la conexión con la naturaleza nos ha aportado saludables beneficios psicológicos, fisiológicos y espirituales. Hace falta, pues, respetarla con profundidad, porque la naturaleza constituye un auténtico bálsamo para cuerpo y alma.
Agosto de 2021
CENTROS De INTERÉS
Santa Margarida de Coll d’Ares. Nostra Senyora del Coral. Sant Miquel de Vila-roja. Santa Maria de Costoja. Sant Andreu d’Oliveda
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
https://maçanetdecabrenys.cat/turisme/
Santa Margarida de Coll d’Ares. Nostra Senyora del Coral. Sant Miquel de Vila-roja. Santa Maria de Costoja. Sant Andreu d’Oliveda