Solsonès SOL 028_Biosca
Altiplà del Solsonès. Serrat Rodó. Turó de Sant Diumenge
Biosca — Llobera — Miravé — Sant Climenc — Sallent —Lloberola — Biosca
Mapes Comarcals de Catalunya. Solsonès. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).
http://srv.icgc.cat/vissir3
Resumen
Distancia:63 km
Desnivel:1550 m
Tiempo:5 h 30 min
Dificultad:difícil
Pedaleando por la Cataluña Vieja
Esta ruta nos invita a descubrir el altiplano del Solsonés, una de las comarcas fundacionales de Cataluña y parte de lo que se denomina Cataluña Vieja. Son tierras de poblamiento antiguo, con núcleos medievales, masías, castillos y ermitas que testimonian la historia y las tradiciones del país antes de la expansión hacia el sur, hacia la Cataluña Nueva. El itinerario destaca por su gran valor patrimonial, histórico y paisajístico, ofreciendo una... Pedaleando por la Cataluña Vieja
Esta ruta nos invita a descubrir el altiplano del Solsonés, una de las comarcas fundacionales de Cataluña y parte de lo que se denomina Cataluña Vieja. Son tierras de poblamiento antiguo, con núcleos medievales, masías, castillos y ermitas que testimonian la historia y las tradiciones del país antes de la expansión hacia el sur, hacia la Cataluña Nueva. El itinerario destaca por su gran valor patrimonial, histórico y paisajístico, ofreciendo una inmersión plena en la esencia del núcleo originario de Cataluña.
Iniciamos la ruta siguiendo la riera de Biosca hacia el altiplano, disfrutando pronto de vistas panorámicas sobre las verdes llanuras del valle del Llobregós. La primavera se hace presente en los campos de cultivo que atravesamos, aportando colores y fragancias al camino.
El Solsonés es conocido por sus imponentes masías, casi casas fortificadas, y tenemos un ejemplo claro en la masía de Padollers. Situada en la parte superior del valle de Biosca, es una construcción medieval reformada en los siglos XVI‑XVII, con cuatro fachadas de grandes sillares bien labrados que imponen respeto y admiración. No muy lejos, en la cresta divisoria entre los valles de Biosca y Lloberola, encontramos la masía de Sant Pere Sasserra, aparentemente deshabitada. En la misma finca se encuentra la ermita del mismo nombre, un pequeño templo románico de los siglos XII‑XIV con nave y ábside rectangular y un campanario de espadaña con tres aberturas. La fachada exterior conserva el portal con dos arquivoltas y capiteles decorados, aunque el interior está arruinado. Adosado a la iglesia se halla el antiguo cementerio, con dos estelas funerarias colocadas sobre la valla. Resulta sorprendente que una iglesia de tal importancia se encuentre en un estado de degradación tan avanzado.
Desde este lugar, las vistas son espectaculares: la cresta ofrece un abanico de sierras prepirenaicas que se extienden de oeste a este, desde la Montaña de Sant Mamet y el Montsec hasta Aubenç, el Turp, el Port del Compte y l’Ensija. Es un lugar perfecto para detenerse, admirar el paisaje y dejarse cautivar por la calma y la belleza de este territorio perteneciente a la Cataluña Vieja.
Navegamos siempre en dirección noreste, evitando siempre que podemos la carretera, para disfrutar de un trayecto tranquilo y rodeado de naturaleza. El recorrido nos regala momentos inolvidables entre verdes valles enmarcadas por los relieves prepirenaicos y, al mismo tiempo, nos permite descubrir tres monumentos históricos de gran interés. La Torre de Perecamps, vestigio defensivo de la Edad Media, nos recuerda la importancia estratégica de estas tierras. La iglesia de Santa María de Montraveta, con su estilo románico tardío, conserva elementos arquitectónicos y artísticos que reflejan la devoción y el patrimonio religioso de la zona.
Finalmente, el castillo de Llobera se alza sobre un cerro que domina el núcleo y el valle del municipio de Llobera. Documentado desde el siglo XI, es un vestigio del antiguo poder feudal de la familia Llobera y, posteriormente, del condado de Cardona. En el mismo cerro se encuentra la ermita de Sant Pere de Llobera, consagrada en 1037, un templo románico con nave y portal bien conservados. La proximidad entre castillo e iglesia evidencia la combinación del poder feudal y religioso en la Edad Media.
La ruta nos lleva después al otro lado del valle de Miravé, lo que nos obliga a descender antes de volver a ascender hasta el pintoresco núcleo de Miravé. Allí podemos descubrir la masía de Miravé, un ejemplo de la arquitectura tradicional de la zona, con grandes fachadas de piedra que evocan siglos de historia agrícola y feudal del territorio. También destaca la ermita de Sant Pere de Miravé, un pequeño templo románico con nave y ábside rectangular, que testimonia la devoción y el patrimonio religioso local.
Continuamos por el abrupto altiplano, bordeando la cabecera del valle de Llobera, siempre con el telón de fondo de los relieves prepirenaicos, hasta el pequeño núcleo de Sant Iscle, que conserva el encanto de la Cataluña rural y destaca por la iglesia románica de Sant Iscle, con nave rectangular y ábside semicircular.
Seguimos hacia el núcleo medieval de Sant Climent, donde vale la pena perderse por sus callejones. La villa conserva un antiguo castillo/masía señorial y la iglesia románica de Sant Climenç, testimonios de la época feudal y de la tradición religiosa de la comarca.
Descendemos cómodamente por un camino rural asfaltado hasta el pintoresco pueblecito de Sallent, un núcleo medieval que concentra la Torre de Sallent, fortificación circular en ruinas, la iglesia de Sant Jaume, de origen románico, y la rectoría, edificio señorial del siglo XVII. Desde allí descendemos hasta la ribera de la riera de Sanaüja, que cruzamos para ascender hasta el lugar conocido como castillo de Cots, punto desde el que iniciamos la subida al último y muy interesante núcleo del día: Lloberola.
En Lloberola destaca especialmente la torre del castillo, con planta trapezoidal, poco habitual en las torres medievales de Cataluña, que normalmente son cuadradas o circulares. Esta estructura fue posteriormente reforzada con un revestimiento que rodeaba tres de sus lados con ángulos redondeados, creando una transición arquitectónica entre torres cuadradas y circulares. También encontramos la iglesia parroquial de Sant Miquel, que completa el conjunto patrimonial medieval.
Para finalizar la ruta, nos dirigimos a la masía de la Melgosa, también acompañada por la ermita de Sant Francesc. Continuamos ascendiendo por terrenos que, por su nombre, indican la antigua presencia de viñas, hasta llegar a la masía Pedrafita. Desde allí descendemos hasta el punto de inicio de la ruta, Biosca, con la sensación de haber descubierto un territorio rico en masías, castillos y ermitas, que ofrecen una clara idea de cómo debía ser esta zona en tiempos feudales y de lo que se llamaba la Cataluña Vieja.
Marzo de 2024
CENTROS DE INTERÉS
Sant Pere de Saserra. Torre de Perecamps. Santa Maria de Montraveta. Castell de Llobera. Sant Pere de Llobera. Sant Pere de Miravé. Sant Iscle. Sant Climenç. Torre de Sallent. Sant Jaume de Sallent. Sant Miquel de Lloberola. Torre de Lloberola. Sant Francesc de la Melgosa
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
Restaurante Cal Borres. Teléfono: 681118545
https://biosca.ddl.net/el-municipi/turisme
Esta ruta nos invita a descubrir el altiplano del Solsonés, una de las comarcas fundacionales de Cataluña y parte de lo que se denomina Cataluña Vieja. Son tierras de poblamiento antiguo, con núcleos medievales, masías, castillos y ermitas que testimonian la historia y las tradiciones del país antes de la expansión hacia el sur, hacia la Cataluña Nueva. El itinerario destaca por su gran valor patrimonial, histórico y paisajístico, ofreciendo una... Pedaleando por la Cataluña Vieja
Esta ruta nos invita a descubrir el altiplano del Solsonés, una de las comarcas fundacionales de Cataluña y parte de lo que se denomina Cataluña Vieja. Son tierras de poblamiento antiguo, con núcleos medievales, masías, castillos y ermitas que testimonian la historia y las tradiciones del país antes de la expansión hacia el sur, hacia la Cataluña Nueva. El itinerario destaca por su gran valor patrimonial, histórico y paisajístico, ofreciendo una inmersión plena en la esencia del núcleo originario de Cataluña.
Iniciamos la ruta siguiendo la riera de Biosca hacia el altiplano, disfrutando pronto de vistas panorámicas sobre las verdes llanuras del valle del Llobregós. La primavera se hace presente en los campos de cultivo que atravesamos, aportando colores y fragancias al camino.
El Solsonés es conocido por sus imponentes masías, casi casas fortificadas, y tenemos un ejemplo claro en la masía de Padollers. Situada en la parte superior del valle de Biosca, es una construcción medieval reformada en los siglos XVI‑XVII, con cuatro fachadas de grandes sillares bien labrados que imponen respeto y admiración. No muy lejos, en la cresta divisoria entre los valles de Biosca y Lloberola, encontramos la masía de Sant Pere Sasserra, aparentemente deshabitada. En la misma finca se encuentra la ermita del mismo nombre, un pequeño templo románico de los siglos XII‑XIV con nave y ábside rectangular y un campanario de espadaña con tres aberturas. La fachada exterior conserva el portal con dos arquivoltas y capiteles decorados, aunque el interior está arruinado. Adosado a la iglesia se halla el antiguo cementerio, con dos estelas funerarias colocadas sobre la valla. Resulta sorprendente que una iglesia de tal importancia se encuentre en un estado de degradación tan avanzado.
Desde este lugar, las vistas son espectaculares: la cresta ofrece un abanico de sierras prepirenaicas que se extienden de oeste a este, desde la Montaña de Sant Mamet y el Montsec hasta Aubenç, el Turp, el Port del Compte y l’Ensija. Es un lugar perfecto para detenerse, admirar el paisaje y dejarse cautivar por la calma y la belleza de este territorio perteneciente a la Cataluña Vieja.
Navegamos siempre en dirección noreste, evitando siempre que podemos la carretera, para disfrutar de un trayecto tranquilo y rodeado de naturaleza. El recorrido nos regala momentos inolvidables entre verdes valles enmarcadas por los relieves prepirenaicos y, al mismo tiempo, nos permite descubrir tres monumentos históricos de gran interés. La Torre de Perecamps, vestigio defensivo de la Edad Media, nos recuerda la importancia estratégica de estas tierras. La iglesia de Santa María de Montraveta, con su estilo románico tardío, conserva elementos arquitectónicos y artísticos que reflejan la devoción y el patrimonio religioso de la zona.
Finalmente, el castillo de Llobera se alza sobre un cerro que domina el núcleo y el valle del municipio de Llobera. Documentado desde el siglo XI, es un vestigio del antiguo poder feudal de la familia Llobera y, posteriormente, del condado de Cardona. En el mismo cerro se encuentra la ermita de Sant Pere de Llobera, consagrada en 1037, un templo románico con nave y portal bien conservados. La proximidad entre castillo e iglesia evidencia la combinación del poder feudal y religioso en la Edad Media.
La ruta nos lleva después al otro lado del valle de Miravé, lo que nos obliga a descender antes de volver a ascender hasta el pintoresco núcleo de Miravé. Allí podemos descubrir la masía de Miravé, un ejemplo de la arquitectura tradicional de la zona, con grandes fachadas de piedra que evocan siglos de historia agrícola y feudal del territorio. También destaca la ermita de Sant Pere de Miravé, un pequeño templo románico con nave y ábside rectangular, que testimonia la devoción y el patrimonio religioso local.
Continuamos por el abrupto altiplano, bordeando la cabecera del valle de Llobera, siempre con el telón de fondo de los relieves prepirenaicos, hasta el pequeño núcleo de Sant Iscle, que conserva el encanto de la Cataluña rural y destaca por la iglesia románica de Sant Iscle, con nave rectangular y ábside semicircular.
Seguimos hacia el núcleo medieval de Sant Climent, donde vale la pena perderse por sus callejones. La villa conserva un antiguo castillo/masía señorial y la iglesia románica de Sant Climenç, testimonios de la época feudal y de la tradición religiosa de la comarca.
Descendemos cómodamente por un camino rural asfaltado hasta el pintoresco pueblecito de Sallent, un núcleo medieval que concentra la Torre de Sallent, fortificación circular en ruinas, la iglesia de Sant Jaume, de origen románico, y la rectoría, edificio señorial del siglo XVII. Desde allí descendemos hasta la ribera de la riera de Sanaüja, que cruzamos para ascender hasta el lugar conocido como castillo de Cots, punto desde el que iniciamos la subida al último y muy interesante núcleo del día: Lloberola.
En Lloberola destaca especialmente la torre del castillo, con planta trapezoidal, poco habitual en las torres medievales de Cataluña, que normalmente son cuadradas o circulares. Esta estructura fue posteriormente reforzada con un revestimiento que rodeaba tres de sus lados con ángulos redondeados, creando una transición arquitectónica entre torres cuadradas y circulares. También encontramos la iglesia parroquial de Sant Miquel, que completa el conjunto patrimonial medieval.
Para finalizar la ruta, nos dirigimos a la masía de la Melgosa, también acompañada por la ermita de Sant Francesc. Continuamos ascendiendo por terrenos que, por su nombre, indican la antigua presencia de viñas, hasta llegar a la masía Pedrafita. Desde allí descendemos hasta el punto de inicio de la ruta, Biosca, con la sensación de haber descubierto un territorio rico en masías, castillos y ermitas, que ofrecen una clara idea de cómo debía ser esta zona en tiempos feudales y de lo que se llamaba la Cataluña Vieja.
Marzo de 2024
CENTROS DE INTERÉS
Sant Pere de Saserra. Torre de Perecamps. Santa Maria de Montraveta. Castell de Llobera. Sant Pere de Llobera. Sant Pere de Miravé. Sant Iscle. Sant Climenç. Torre de Sallent. Sant Jaume de Sallent. Sant Miquel de Lloberola. Torre de Lloberola. Sant Francesc de la Melgosa
ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
Restaurante Cal Borres. Teléfono: 681118545
https://biosca.ddl.net/el-municipi/turisme