Alt Urgell AUR 067_Figols
Espai Natura Muntanya d'Alinyà. Serrat Gros. Roca de Peguera
Fígols — Romanins — Pas de cal Pinsà — Collada de cal Penya — Aïnat — Coll de Peguera — Fígols
Mapes Comarcals de Catalunya. Alt Urgell. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC)
http://srv.icgc.cat/vissir3/
Resumen
Distancia:26 km
Desnivel:1150 m
Tiempo:3 h 0 min
Dificultad:media
Información
La Montaña de Alinyà
La orogénesis pirenaica ha modelado alrededor de la Montaña de Alinyà una orografía agreste de estratos ?torturados?, de crestas altivas y desfiladeros angostos, pero también de valles anchos, pequeñas mesetas y laderas que el hombre ha ido domesticando. La ruta que proponemos recorre buena parte del municipio de Figols y Alinyà, un territorio enmarcado bajo el paraguas del Espacio Naturaleza Montaña de Alinyà, grandioso escenario y refugio de especies embl... La Montaña de Alinyà
La orogénesis pirenaica ha modelado alrededor de la Montaña de Alinyà una orografía agreste de estratos “torturados”, de crestas altivas y desfiladeros angostos, pero también de valles anchos, pequeñas mesetas y laderas que el hombre ha ido domesticando. La ruta que proponemos recorre buena parte del municipio de Figols y Alinyà, un territorio enmarcado bajo el paraguas del Espacio Naturaleza Montaña de Alinyà, grandioso escenario y refugio de especies emblemáticas como el rebeco o el urogallo, la única región de Europa donde se pueden observar con cierta facilidad las cuatro especies de quebrantahuesos, buitre negro y alimoche.
Iniciamos la ruta en Figols, población en el margen izquierdo del Segre, justo a la salida del Congost de Tresponts. Iniciamos una larga subida haciendo lazadas por un camino rural, asfaltado hasta la masía la Sala, que nos llevará a lo más alto de la Roca d'en Gollet. Durante la ascensión las neblinas de la mañana nos esconden buena parte de los relieves alrededor de la ribera de Organyà. Afortunadamente en lo alto, en una zona de antiguos bancales donde se encuentra el dolmen de Lligonàs, un megalito de notables dimensiones de la tipología de cabaña pirenaica, el sol se impone y nos regala una magnífica panorámica del paisaje que hemos dejado atrás. El eje principal de esta postal paisajística es la Sierra del Boumort que desde su cima extiende sus tentáculos hacia la orilla derecha del Segre: la Sierra de Prada y el Serrat de la Capella que se extiende hasta el Monte de Santa Fe enmarcan el bonito y domesticado valle de Cabó. Más allá del estrecho de Coll de Nargó se dibuja la silueta a contraluz de la Sierra de Aubenç que mira de cara, al otro lado del Segre, la inconfundible Serra de Turp. Una postal que se fija en el rincón de la memoria donde se guardan los recuerdos que perduran para siempre.
Recorremos la cresta que delimita la cabecera del valle de Fígols. En los prados que se extienden a los pies de la colina de la Roca de Gollet las panorámicas se amplifican. Ahora los protagonistas son otros: las laderas a mediodía del Cadí tumbadas en las verticales paredes que la sustentan desde la abrupta cara norte, la silueta alargada de Port de Comte, el Montsant de Tost, la meseta donde se asienta el pueblo de Montan al otro lado del estrecho y vertical desfiladero de la estrecha y vertical desfiladero del valle de la Vansa, los relieves pirenaicos de Andorra, la cercana Torreta del Orri y, detrás, los relieves del Parque Nacional de Aigüestortes con el Montsent de Pallars en frente presidiendo el siempre verde valle de Àssua. Paisajes que vemos fragmentados en diferentes tramos del trayecto pedaleando por una pista rocosa, en general de buen hacer, hasta las vistas del valle del Forn.
Dejamos la pista principal por una más quebrada que pierde altura siguiendo la cresta del Serrat Gros con tramos de fuerte pendiente y firme rocoso totalmente descalzado donde hay que extremar la prudencia. Al inicio hay generosas vistas, ahora al completo, de los relieves que antes veíamos troceados y a los que ahora hay que añadir las montañas de la Cerdanya. Y un dato a saber, el pequeño valle del Clot del Forn, acogía el antiguo y desaparecido vecindario de Forn y Caferna. Llegamos al bucólico lugar de Aïnat, una masía con precarios cubiertos para estabular el ganado rodeada de campos acabados de dallar. La falta de vegetación nos permite ver la profunda y angosta herida que el río la Vansa ha cortado a plomo para abrirse paso entre la meseta de Montan de Tost, vemos cercano al otro lado colgado en el abismo el pueblo del mismo nombre, y la Montaña de Alinyà, la protagonista de nuestro recorrido.
Continuamos con una fuerte y exigente subida para evitar el barranco del Torrente de Gol y perfilamos el profundo desfiladero de la Vansa, estrecho que intuimos más que vemos a causa del bosque, hasta encontrar la pista que nos devuelve al punto de partida, eso sí con buenas vistas del escenario paisajístico. Una ruta corta e intensa muy recomendable.
Julio de 2025
CENTROS DE INTERÉS
Sant Víctor de Fígols. Dolmen de Lligonàs. Forn i Caferna
RESTAURANTES/ALOJAMIENTOS
Fonda del Llac de Coll de Nargó. Tel. 9733830222
La orogénesis pirenaica ha modelado alrededor de la Montaña de Alinyà una orografía agreste de estratos ?torturados?, de crestas altivas y desfiladeros angostos, pero también de valles anchos, pequeñas mesetas y laderas que el hombre ha ido domesticando. La ruta que proponemos recorre buena parte del municipio de Figols y Alinyà, un territorio enmarcado bajo el paraguas del Espacio Naturaleza Montaña de Alinyà, grandioso escenario y refugio de especies embl... La Montaña de Alinyà
La orogénesis pirenaica ha modelado alrededor de la Montaña de Alinyà una orografía agreste de estratos “torturados”, de crestas altivas y desfiladeros angostos, pero también de valles anchos, pequeñas mesetas y laderas que el hombre ha ido domesticando. La ruta que proponemos recorre buena parte del municipio de Figols y Alinyà, un territorio enmarcado bajo el paraguas del Espacio Naturaleza Montaña de Alinyà, grandioso escenario y refugio de especies emblemáticas como el rebeco o el urogallo, la única región de Europa donde se pueden observar con cierta facilidad las cuatro especies de quebrantahuesos, buitre negro y alimoche.
Iniciamos la ruta en Figols, población en el margen izquierdo del Segre, justo a la salida del Congost de Tresponts. Iniciamos una larga subida haciendo lazadas por un camino rural, asfaltado hasta la masía la Sala, que nos llevará a lo más alto de la Roca d'en Gollet. Durante la ascensión las neblinas de la mañana nos esconden buena parte de los relieves alrededor de la ribera de Organyà. Afortunadamente en lo alto, en una zona de antiguos bancales donde se encuentra el dolmen de Lligonàs, un megalito de notables dimensiones de la tipología de cabaña pirenaica, el sol se impone y nos regala una magnífica panorámica del paisaje que hemos dejado atrás. El eje principal de esta postal paisajística es la Sierra del Boumort que desde su cima extiende sus tentáculos hacia la orilla derecha del Segre: la Sierra de Prada y el Serrat de la Capella que se extiende hasta el Monte de Santa Fe enmarcan el bonito y domesticado valle de Cabó. Más allá del estrecho de Coll de Nargó se dibuja la silueta a contraluz de la Sierra de Aubenç que mira de cara, al otro lado del Segre, la inconfundible Serra de Turp. Una postal que se fija en el rincón de la memoria donde se guardan los recuerdos que perduran para siempre.
Recorremos la cresta que delimita la cabecera del valle de Fígols. En los prados que se extienden a los pies de la colina de la Roca de Gollet las panorámicas se amplifican. Ahora los protagonistas son otros: las laderas a mediodía del Cadí tumbadas en las verticales paredes que la sustentan desde la abrupta cara norte, la silueta alargada de Port de Comte, el Montsant de Tost, la meseta donde se asienta el pueblo de Montan al otro lado del estrecho y vertical desfiladero de la estrecha y vertical desfiladero del valle de la Vansa, los relieves pirenaicos de Andorra, la cercana Torreta del Orri y, detrás, los relieves del Parque Nacional de Aigüestortes con el Montsent de Pallars en frente presidiendo el siempre verde valle de Àssua. Paisajes que vemos fragmentados en diferentes tramos del trayecto pedaleando por una pista rocosa, en general de buen hacer, hasta las vistas del valle del Forn.
Dejamos la pista principal por una más quebrada que pierde altura siguiendo la cresta del Serrat Gros con tramos de fuerte pendiente y firme rocoso totalmente descalzado donde hay que extremar la prudencia. Al inicio hay generosas vistas, ahora al completo, de los relieves que antes veíamos troceados y a los que ahora hay que añadir las montañas de la Cerdanya. Y un dato a saber, el pequeño valle del Clot del Forn, acogía el antiguo y desaparecido vecindario de Forn y Caferna. Llegamos al bucólico lugar de Aïnat, una masía con precarios cubiertos para estabular el ganado rodeada de campos acabados de dallar. La falta de vegetación nos permite ver la profunda y angosta herida que el río la Vansa ha cortado a plomo para abrirse paso entre la meseta de Montan de Tost, vemos cercano al otro lado colgado en el abismo el pueblo del mismo nombre, y la Montaña de Alinyà, la protagonista de nuestro recorrido.
Continuamos con una fuerte y exigente subida para evitar el barranco del Torrente de Gol y perfilamos el profundo desfiladero de la Vansa, estrecho que intuimos más que vemos a causa del bosque, hasta encontrar la pista que nos devuelve al punto de partida, eso sí con buenas vistas del escenario paisajístico. Una ruta corta e intensa muy recomendable.
Julio de 2025
CENTROS DE INTERÉS
Sant Víctor de Fígols. Dolmen de Lligonàs. Forn i Caferna
RESTAURANTES/ALOJAMIENTOS
Fonda del Llac de Coll de Nargó. Tel. 9733830222