Maresme MAR 007_Caldes d’Estrac

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Parc del Montnegre i el Corredor. Serra del Corredor. Serra de Polseruda. Montalt

Caldes d’Estrac — Mataró — Coll de can Xerrac — Coll de Llorita — Coll Pallarés — Coll de la Ferradura — Creu de Rupit — Arenys de Munt — Arenys de Mar — Caldes d’Estrac
Mapa digital Comarcal. Maresme 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC). 

Resumen

Distancia:32 km
Desnivel:640 m
Tiempo:3 h 0 min
Dificultad:media

Energía del mar, energía del bosque.

Ruta que combina mar y montaña destilando de cada uno su esencia energética. La música de las olas batiendo en las playas desiertas en invierno o de la densa y ufana masa forestal que nos atrapa. Ambos paisajes nos hablan con un lenguaje encriptado que no vemos pero que nos libera y llena de felicidad el alma y la mente.

Iniciamos la ruta pedaleando junto al mar siguiendo el perfil marítimo tan solitario en esta época del año...
Energía del mar, energía del bosque.

Ruta que combina mar y montaña destilando de cada uno su esencia energética. La música de las olas batiendo en las playas desiertas en invierno o de la densa y ufana masa forestal que nos atrapa. Ambos paisajes nos hablan con un lenguaje encriptado que no vemos pero que nos libera y llena de felicidad el alma y la mente.

Iniciamos la ruta pedaleando junto al mar siguiendo el perfil marítimo tan solitario en esta época del año que causa extrañeza avanzar plácidamente sin prácticamente nadie. La melodía juguetona de las olas batiendo sobre la arena llegando sin interferencias y acompañada de la evocadora imagen de las playas desiertas ante la inmensidad plata del mar, genera una placentera experiencia plástica y sensorial que hace fluir cada pedalada.

Más allá del Puerto del Balís se acaba el camino de ronda y comienza un bonito sendero que marcha entre las vías del tren y la escollera. Vivir la experiencia de estar pedaleando junto a la vía, no es un tramo temerario ni peligroso, cuando un tren pasa a tu lado a gran velocidad desencadena una retahíla de sensaciones contradictorias que se mueven entre la euforia y el miedo.


Una vez llegamos a Mataró subimos por el carril bici que marcha por el margen izquierdo de la riera de Sant Simó. Justo pasada la zona deportiva de Rocafonda cambiamos de margen siguiendo por un sendero envuelto por un carrizal que enlaza con un sendero precioso que se adentra en el frondoso bosque de La Vendrella. El camino, entretenido y al mismo tiempo ameno, nos regala con buenos momentos sobre la bicicleta mientras avanzamos entre encinares y piñoneros que se levantan ufanos desde su sustrato arenoso.

Llegamos al pequeño oratorio o capillita que honra a San Bernardo, en referencia a San Bernardo de Menthon (de la Borgoña, en el siglo XI), patrón de los excursionistas, de los montañeros y de los esquiadores. Un centenar de metros más allá encontramos la ermita prerrománica de Sant Martí de Mata, edificada entre los siglos IX y X y perteneciente a la primitiva villa de Mata documentada por primera vez en el año 963 y actualmente integrada en Mataró. Desde la atalaya donde está ubicada tenemos una buena perspectiva del puerto de Barcelona y la montaña de Montjuic.

En la ermita continuamos por el sendero GR-83, también conocido como El Camí del Nord o del Canigó, que une Mataró con Prada de Conflent. Se trata de uno de los senderos catalanes con mayor simbolismo, ya que nació con la ambición de unir el Mediterráneo con el Canigó enlazando unos territorios vinculados por una historia y una cultura comunes y, al mismo tiempo, recordar el exilio republicano al final de la Guerra Civil española.

El sendero tiene tramos de inusual belleza como cuando pasa encajado entre paredes arenosas, a veces formando pasajes de anchura escasa, de las que se descuelgan las raíces de los árboles que afloran fruto de la erosión, una arquitectura espléndida que tan sólo la naturaleza es capaz de ejecutar con solvencia. El GR continua por una buena pista de arena perfectamente compactada que transita por la cresta de la Sierra de Polseruda hasta el collado de la Cruz de Rupit entre relieves arenosos y una vegetación ufana que se empeña en esconder a los ojos poco curiosos tres momentos interesantes : la capilla de la Virgen de Lorita, antiguo santuario en ruinas, el Roc de l’Avi, un bonito rincón formado por un conjunto de bloques graníticos rodeados de robles que coronan una cima de buenas vistas, y el Coll de la Herradura , paso flanqueado por dos bloques de roca, uno de ellos con un petroglifo.

Este viaje conmovedor y vivificante siguiendo el GR bajo la densa cubierta vegetal, verde todo el año, termina en la Creu de Rupit, punto donde nos dejamos caer hacia Arenys de Munt, un trayecto sensacional por senderos de bella factura que harán del viaje un auténtico placer sobre la bicicleta. De Arenys de Munt seguimos un camino paralelo a la carretera que lleva a las afueras de Arenys de Mar, lugar donde enlazamos con el camino que marcha en paralelo a la costa y que nos aporta nuevas energías mientras volvemos al punto de salida con la sensación de que no hace falta mucho para ser feliz, tan sólo abrir la mente mientras se viaja en bicicleta y disfrutar del entorno por el que se pasa.

Noviembre de 2022

CENTROS DE INTERÉS
Sant Martí de Mata. La capella de la Mare de Déu de Lorita. Roc de l’Avi.

ALOJAMIENTOS / RESTAURANTES
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