Baix Empordà BEM 008_Verges

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Riberes del Baix Ter

Verges – Jafre – Sidillà – Sant Llorenç de les Arenes – Foixà – La Sala – Ultramort – Verges
Mapes Comarcals de Catalunya. Baix Empordà. 1:50.000. Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC).

Resumen

Distancia:24 km
Desnivel:260 m
Tiempo:2 h 15 min
Dificultad:fácil

Sidillà, el pueblo bajo la arena.

Sidillà daría para una novela histórica con volutas de realismo mágico. Es un pueblo que fue abandonado entre los siglos XIII y XIV, muy probablemente porque la peste mató a sus habitantes o, como sostienen otros expertos, por el avance de las dunas de arena o porque el conde de Empúries desvió el curso del río Ter. Sea como sea, este pueblo quedó enterrado bajo la arena hasta que alrededor de 1970 un grupo de Schliemann casuales, que extraían ...
Sidillà, el pueblo bajo la arena.

Sidillà daría para una novela histórica con volutas de realismo mágico. Es un pueblo que fue abandonado entre los siglos XIII y XIV, muy probablemente porque la peste mató a sus habitantes o, como sostienen otros expertos, por el avance de las dunas de arena o porque el conde de Empúries desvió el curso del río Ter. Sea como sea, este pueblo quedó enterrado bajo la arena hasta que alrededor de 1970 un grupo de Schliemann casuales, que extraían áridos en la zona, lo desenterró en parte, haciendo aflorar una iglesia prerrománica, casas adyacentes, muestras de cerámica románica , visigótica y medieval, y también permitiendo intuir que bajo este poblado puede haber otros.

Pedaleamos desde Verges a Jafre por el Pla d’Amunt, tendido en la llanura aluvial de la izquierda del Ter, un fértil terreno que se alimenta del Rec del Molí, que toma las aguas del Ter en la antigua esclusa de Colomers, ambos construidos a mediados del siglo XVII para alimentar los molinos de la orilla izquierda del Ter.

En Jafre, desde el punto de vista monumental destacan la iglesia parroquial de Sant Martí, del siglo XVIII sobre un edificio anterior del siglo X, y el Santuario de la Fontsanta, del siglo XV, donde hay unas aguas que se cree que tienen poderes curativos milagrosos.

Continuamos hasta cerca de Colomers, donde nos desviamos para ir a buscar la presa que retiene el agua del Ter para dar forma al pantano de Colomers. Cruzamos la presa por el puente de hierro y subimos hacia los restos del antiguo pueblo de Sidillà. Se trata de un conjunto arqueológico y monumental formado por la iglesia de Sant Romà, por el poblado y por el edificio de Sant Sebastià. El lugar se menciona por primera vez en textos medievales de finales del siglo X. Las excavaciones arqueológicas de 2016 permitieron detectar una fase de ocupación consistente en una necrópolis anterior a la construcción de la iglesia. Tanto al pie del edificio de la iglesia como bajo las estructuras del poblado aparecen sepulturas. En un momento indeterminado se remodeló el gran espacio al norte de la iglesia, en relación con el cierre de su puerta septentrional (alrededor de los siglos X y XI), momento en el que se construye el poblado.

Los cambios del curso del Ter provocaron la formación de importantes sedimentos arenosos (importantes desde el siglo XII hasta principios del XIV), entonces la arena empezó a cubrir el poblado, convirtiendo todo el entorno en una duna que obligó a los habitantes a abandonar Sidillà y trasladarse a Sant Llorenç de les Arenes. A finales del siglo XIX se plantaron pinos y matorrales para fijar la duna.

Dejamos el cerro del Puig Margodell pedaleando por la duna arenosa escondida bajo los pinos pasando junto a los restos de Sant Sebastià, que tuvo, en algún momento por determinar, funciones de edificio funerario, según confirma el hallazgo de varias tumbas a su alrededor. Un camino arenoso que atraviesa la duna nos lleva a Sant Llorenç de les Arenes.

La iglesia del pueblo es de origen románico del siglo XII. Según algunos autores, la iglesia de Sant Llorenç de les Arenes fue dada a los Templarios a finales del siglo XII, pero no hay noticias seguras. Los cierto es que en el s. XII fue establecida una comanda de Hospitalarios de San Juan de Jerusalén.

Continuamos por carretera hasta el Molí de la Barca, un antiguo molino del que no quedan mecanismos, un edificio en fase de rehabilitación con rasgos arquitectónicos que hacen pensar que ya funcionaba en el siglo XVII. Justo antes de llegar sale la pista que remonta emboscada por la vertiente oeste del Puig d'en Brugada y conduce, en una rápida bajada, a Foixà. Continuamos por el antiguo camino real, asfaltado, hasta la colina donde se ubica el castillo de Foixà, origen del municipio. El edificio fue construido seguramente en la segunda mitad del siglo XIII, que es cuando está documentado por primera vez. Fue modificado en el siglo XVI y, posteriormente, en los siglos XVIII y XIX. El cerro donde se levanta el castillo, que parece que fue alargado artificialmente para levantar en él la muralla, es una atalaya magnífica desde la que se dominan casi todas las tierras del antiguo condado de Empúries.

Cruzamos el llano que nos separa del núcleo de Ultramort, ubicado también sobre una pequeña colina alargada donde destaca la iglesia románica de Santa Eulàlia y el castillo de Finestres, una gran masía de los siglos XVI y XVII, construida sobre el antiguo castillo de Gleu, que tiene englobada la base de una torre cuadrada. Continuamos nuestro placentero viaje en dirección norte. Llegamos a Verges, un pueblo de visita obligada ya que aún conserva parte de las torres y murallas que rodeaban el antiguo núcleo medieval, con el castillo y la iglesia en el centro de la fortificación.

Abril de 2019

CENTROS DE INTERÉS
Sant Martí de Jafre. Santa Maria de Colomers. Sant Romà de Sidillà. Sant Sebastià de Sidillà. Sant Llorenç de les Arenes. Molí de la Barca. Santa Eulàlia d’Ultramort. Castell de Finestres d’Ultramort. Castell de Verges

RESTAURANTES / ALOJAMIENTOS
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